Cuando la gente piensa en fantasmas, suelen visionar casas encantadas, hoteles de inquietantes habitaciones, callejones oscuros, carreteras desoladas y otros sitios parecidos. Los sitios como estos son los que típicamente suelen tener apariciones y otras cosas extrañas que muchas veces no se pueden explicar. Sin embargo, uno de los casos de fantasmas más famosos de la historia no ocurrió en uno de estos habituales lugares. Resulta que ocurrió sobre nuestras cabezas, es decir, en el cielo. Hay que reconocer que la mayoría de las historias de este tipo tienen algún tipo de explicación, pero el misterio del vuelo 401 sigue dejando incógnitas incluso hoy en día.
Lo que ocurrió empieza con un vuelo convencional con un avión del modelo Lockheed L-1011-1 Tristar pilotado por Bob Loft, un veterano con más de treinta años de experiencia y acompañado por el primer oficial Albert John Stockstill y otros diez miembros de la tripulación. El 29 de diciembre de 1972 el vuelo 401, de la compañía Eastern Airlines, estaba de camino al aeropuerto internacional de Miami después de haber salido del aeropuerto de Nueva York John F. Kennedy. Había unos 160 pasajeros a bordo y el vuelo iba a ser de lo más rutinario.
Sin embargo, la llegada al destino iba a ser algo que comenzaría una pesadilla que duraría mucho más tiempo. Según el avión se estaba acercando a Miami, la tripulación se empezó a preparar para el aterrizaje.
El primero oficial notó que la luz que indicaba que el tren de aterrizaje derecho no estaba iluminado. Esto preocupó un poco a los miembros de la tripulación que se enteraron, pero podía ser algún problema técnico fácilmente solucionable. Lo que se hizo es dar algunas vueltas antes de aterrizar para ver si era una falsa alarma o un fallo del indicador. No consiguieron que la luz diera confirmación del estado del tren de aterrizaje, por lo que el piloto llamó a la torre de control para explicar lo que pasaba.
Los responsables de la torre de control pusieron al avión en espera a unos dos mil pies de altura hasta que se pudiera resolver el problema. Se puso el piloto automático y el avión quedó a la espera de lo que se decidía. En el avión se analizaron los componentes electrónicos del tablero de luces de aviso para ver si había un fallo. Al mismo tiempo se intentó ver por medio de algunas aberturas si el tren de aterrizaje estaba realmente bajado. Los pasajeros del avión no sabían muy bien lo que estaba ocurriendo, y se mantenían a la espera de que les informaran de lo que pasaba.
Un fallo del que se dieron cuenta demasiado tarde
Mientras miraban cual podía ser el problema con el indicador del tren de aterrizaje, nadie se dio cuenta de que el avión estaba perdiendo altura. Alguien sin darse cuenta había desconectado el piloto automático. Al estar todo el mundo más pendiente de solucionar el problema del indicador y estar tocando diferentes sistemas electrónicos, impidió que se dieran cuenta de lo cerca que estaban del suelo.
Finalmente fue la tripulación la que se dio cuenta de que estaban demasiado cerca del suelo, pero era demasiado tarde. El vuelo 401 cayó al suelo en una zona pantanosa a unos 375 kilómetros por hora y el fuselaje se desintegró al momento. Al no ser un golpe directo, no todo el mundo murió a la vez. El primero oficial murió al estrellarse el aparato, aunque el piloto Bobo Loft y algunos miembros de la tripulación sobrevivieron al principio. Loft murió cuando fue sacado de los restos del avión y otros murieron luego en el hospital. La tripulación y 97 pasajeros de los 160 que había, murieron en el accidente. Fue uno de los accidentes aéreos más horribles en los Estados Unidos.
Las historias después del accidente
No mucho después del accidente del vuelo 401, algunas extrañas historias se empezaron a escuchar entre las diferentes compañías aéreas de la década de los setenta. Se empezaron a escuchar historias de que en algunos vuelos se habían visto a miembros muertos de la tripulación del 401. Según algunos reportes, se habían visto breves apariciones del piloto Bob Loft y otros miembros del avión. Se les había visto en varios sitios, como por ejemplo sentados en los asientos de los pasajeros, en los lavabos, por los pasillos o incluso en el almacén de carga.
Los casos son muy variados y hay una larga lista de historias relacionado con estas apariciones. Uno de los primeros casos ocurrió cuando una pasajera se dio cuenta de la extrema palidez de un pasajero sentado en un asiento. Se preocupó de su salud y llamo a una azafata para comentarle el estado de la persona. Cuando llegó la azafata, el nombre literalmente desapareció delante de ella, lo que le provocó un ataque de pánico. Cuando la consiguieron calmar, la preguntaron después que había pasado.
Sin dar una explicación lógica, la mostraron fotos de diferentes tripulaciones hasta que reconoció a uno de los oficiales del vuelo 401. Esto puede parecer una casualidad, pero las siguientes historias hablan de pilotos y muchos miembros de tripulación viendo a Bob Loft y otros tripulantes del 401 dando vueltas por los aviones en los que estaban. En una ocasión, el vuelo tuvo que ser suspendido porque algunos tripulantes vieron a miembros del vuelo 401 hablando con pasajeros.
Curiosamente algunos tripulantes del 401 eran más activos que otros en estas apariciones. Los casos van desde ver algunos de los miembros haciendo el mantenimiento del avión, hasta algunos a los mandos de avión en la cabina. Por si fuera poco, se hablaron de muchos casos del piloto Loft y su primer oficial paseando y hablando entre los pasajeros y algunos tripulantes de algunos vuelos.
¿Qué pasó con tantos casos de estas historias de apariciones?
Las historias de las apariciones llegaron a unos límites insospechados, y esto llegó a hacerse preocupante. Todo esto llegó a oídos de la fundación de seguridad en vuelo de los
Estados Unidos. Había tantos comentarios y de gente de conocida reputación intachable, que les dejó impresionados. Sin embargo, el CEO de la compañía aérea de aquellos momentos era el astronauta Frank Borman. Dijo que todas estas historias eran pura basura. La compañía negó todo y dijo a sus empleados que no siguieran contando este tipo de cosas a nadie, incluso amenazando con sanciones y despidos.
Finalmente la compañía Eastern Airlines desapareció en 1991 después de años de problemas y huelgas. Aunque la compañía desapareció, las historias han quedado como una leyenda entre las compañías aéreas y los supuestos fantasmas del vuelo 401. Lo cierto es que después de la desaparición de la compañía, no se han vuelto a ver más apariciones. Todo ha quedado como una leyenda urbana, pero ha sido una de las que más han dado que hablar incluso comprometiendo a grandes corporaciones durante años.
